El principio básico de la armonía es que una persona se organice, lo que significa que es responsable de tomar decisiones y afrontar cualquier problema. A la inversa, también se basa en no interferir con los demás. Por otro lado, también es importante no interferir con los demás, porque la parte interferida se verá impedida de asumir la responsabilidad de sus propios actos. Si no se está seguro de si dar o no un consejo a alguien, es mejor no darlo, porque la duda no es intuitiva.